El cuerpo también es un instrumento
La danza llamada la madre de las artes, es una manifestación que implica una función comunicativa que varía de la forma tradicional y oral a la que estamos acostumbrados a interrelacionarnos. En la danza no se dispone de la palabra, y de hacer uso de ella, no es allí donde se manifiesta su lenguaje. Esta busca expresar más allá de la comunicación socializada y esteriotipada, y es considerada una de las expresiones primitivas socialmente más organizadas y vinculadas a actividades que pertenecen a la costumbre de grupos y pueblos culturalmente configurados.
El baile exige un código, cualquier forma de arte que se comunica, que está relacionada con un significado, requiere un código. Según la coreógrafa Sonia Sanoja es un grupo de símbolos que pueden ser estructurados de manera que tenga algún significado para alguien.
Por lo tanto se puede decir que la danza tiene su propio código y lenguaje; y un buen creador es quien posee ese vocabulario y es capaz de organizarlo de la manera más efectiva.
La danza posee su lenguaje: el movimiento corporal. No existe gramática registrada para tales códigos introducidos en las categorías de actos no verbales o no codificados, ya que los expertos en estas áreas aún no tienen claros cuales son los procedimientos de estructuración que utilizan y así mismo, cuál es el vocabulario; esto dificulta la forma de analizar las características de la producción de mensajes.
En la danza se establece un diálogo sin palabras. Cada ademán es comprendido como un signo que posee para su emisor y receptor un significado pocas veces común, para ambos. Pues, el signo mismo, en la danza, carece de intención, es sólo cuando lo asume el cuerpo en movimiento en todo un contexto que este adquiere un significado.
Finalmente, la gesticulación, los movimientos de brazos y piernas, las expresiones del rostro, las tensiones y extensiones del cuerpo constituyen en la danza el mensaje mismo, caracterizado por un lenguaje subjetivo inseparablemente de los pensamientos, ideas y sentimientos del creador.
Patricia Méndez es estudiante de baile de la academia Franklin piensa que no hay nada mejor que el baile para comunicarse, sin él no sabría como hablar. Ella está llena de ademanes y gestos muy acentuados y los justifica con la danza. Yo soy así de expresiva desde que bailo, antes era una piedra no me movía y me daba mucho trabajo el contacto con los demás... , yo recomiendo a los padres de niños tímidos y nerviosos que lo sumerjan a este mundo y verán resultados antes de lo que se imaginan... bailar hace volar el alma...
El baile exige un código, cualquier forma de arte que se comunica, que está relacionada con un significado, requiere un código. Según la coreógrafa Sonia Sanoja es un grupo de símbolos que pueden ser estructurados de manera que tenga algún significado para alguien.
Por lo tanto se puede decir que la danza tiene su propio código y lenguaje; y un buen creador es quien posee ese vocabulario y es capaz de organizarlo de la manera más efectiva.
La danza posee su lenguaje: el movimiento corporal. No existe gramática registrada para tales códigos introducidos en las categorías de actos no verbales o no codificados, ya que los expertos en estas áreas aún no tienen claros cuales son los procedimientos de estructuración que utilizan y así mismo, cuál es el vocabulario; esto dificulta la forma de analizar las características de la producción de mensajes.
En la danza se establece un diálogo sin palabras. Cada ademán es comprendido como un signo que posee para su emisor y receptor un significado pocas veces común, para ambos. Pues, el signo mismo, en la danza, carece de intención, es sólo cuando lo asume el cuerpo en movimiento en todo un contexto que este adquiere un significado.
Finalmente, la gesticulación, los movimientos de brazos y piernas, las expresiones del rostro, las tensiones y extensiones del cuerpo constituyen en la danza el mensaje mismo, caracterizado por un lenguaje subjetivo inseparablemente de los pensamientos, ideas y sentimientos del creador.
Patricia Méndez es estudiante de baile de la academia Franklin piensa que no hay nada mejor que el baile para comunicarse, sin él no sabría como hablar. Ella está llena de ademanes y gestos muy acentuados y los justifica con la danza. Yo soy así de expresiva desde que bailo, antes era una piedra no me movía y me daba mucho trabajo el contacto con los demás... , yo recomiendo a los padres de niños tímidos y nerviosos que lo sumerjan a este mundo y verán resultados antes de lo que se imaginan... bailar hace volar el alma...
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Esther Avila -